Querido amigo, dondequiera que estés en este momento, Jesús te ama. Independientemente de tu situación, Él quiere decirte que se preocupa profundamente por ti.
Si has recibido testimonios de nuestro ministerio, anhelamos escuchar y alabar el nombre de Jesús contigo. Puedes compartir tus testimonios para la gloria de Dios aquí. Muchos comparten sus testimonios, que ya hemos publicado en nuestra sección de testimonios, para animar a otros que buscan respuestas de Jesús.
Jesús dijo: «Si Dios cuida tan maravillosamente de las flores que hoy están aquí y mañana son arrojadas al fuego, sin duda cuidará de ti. ¿Por qué tienes tan poca fe?». – Lucas 12:28 NTV.
A lo largo de la Biblia, Dios se esfuerza deliberadamente por comunicarnos su profundo amor y cuidado a través de sus promesas, milagros, parábolas y enseñanzas. Sin embargo, nuestros corazones no logran comprender ni confiar en las palabras de Dios.
Jesús decía con frecuencia: «El que tenga oídos, que oiga». En el Nuevo Testamento, esta frase se repite catorce veces. Siete es el número perfecto en la Biblia. Pero Jesús repitió dos veces siete, es decir, catorce veces la misma frase: «El que tenga oídos, que oiga».
A pesar de sus promesas reconfortantes, existe un elemento de miedo en el mundo. El miedo y la fe están inversamente relacionados. Cuando tenemos una fe profunda y confianza en Jesús, el miedo no puede acercarse a nosotros. Cuando nuestra fe es baja, el miedo puede fácilmente dominar nuestras vidas.
La fe crece cuando nos acercamos a Jesús. El miedo crece cuando nos alejamos de Él.
La fe puede mover montañas, pero el miedo da la ilusión de que la montaña caerá sobre ti.
Querido amigo, ¿sientes miedo debido a tu situación? Jesús quiere quitarte el miedo y edificarte con fe.
Examinaremos los factores que provocan el miedo y exploraremos estrategias para superarlos. El miedo conduce al sufrimiento emocional y a enfermedades, como la depresión y la ansiedad.
Por lo tanto, es importante que identifiquemos el miedo en nuestras vidas y lo desarraiguemos pronto.
Miedo al Pecado:
El primer hombre y la primera mujer que experimentaron miedo fueron Adán y Eva. La palabra miedo se acuñó cuando pecaron; se escondieron de Dios.
La Biblia dice: Él (Adán) respondió: «Te oí (Dios) paseando por el jardín, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo». – Génesis 3:10.
El pecado tiene la capacidad de esclavizarnos. Jesús dijo: «Les digo la verdad: todo aquel que peca es esclavo del pecado». – Juan 8:34 . Cuando pecamos, nos alejamos de la presencia de Jesús y, naturalmente, la fe se desvanece y el temor invade nuestros corazones.
En cuanto Adán y Eva desobedecieron, el temor se apoderó de sus corazones. La única manera de superar el temor resultante del pecado es reconciliándonos con Jesús una vez más y pidiendo perdón. No hay atajos para superar el temor.
Miedo al futuro:
El temor al futuro proviene de Satanás. Él es un engañador y mentiroso. La Biblia lo describe como el Padre de todas las mentiras. Él siembra dudas en nuestras mentes. Continuamente siembra en nuestras mentes la inseguridad sobre nuestro trabajo, educación, salud y nuestros hijos.
Cuando nos convertimos en hijos de Dios, nuestro futuro está sellado. La Biblia dice: «Cosa que ojo no vio, ni oído oyó, ni ha imaginado mente alguna lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». – 1 Corintios 2:9 NTV.
Jesús tiene una gran promesa para nosotros sobre el cielo. Dijo:
Hay Hay más que suficiente espacio en la casa de mi Padre. Si no fuera así, ¿les habría dicho que voy a preparar un lugar para ustedes? Cuando todo esté listo, vendré a buscarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. – Juan 14:2,3
Jesús es el mejor diseñador de interiores del universo. La casa construida y diseñada por Jesús será la más hermosa de todas las que hemos visto con nuestros ojos.
Sin embargo, nuestros ojos solo han visto las cosas ostentosas y perecederas que el mundo puede ofrecer. Nuestra percepción de las cosas gloriosas es limitada. Apenas tenemos tiempo suficiente para digerir la promesa que el Dios fiel nos ha dado. Satanás usó nuestra ignorancia para engañarnos tendiéndonos una trampa de miedo sobre las cosas que vemos.
La Biblia nos instruye a poner nuestra mente en el cielo.
Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. – Colosenses 3:2 .
Nuestra mirada debe apartarse de las redes sociales y ver las cosas gloriosas que Dios tiene reservadas para nosotros. El miedo sobre nuestro futuro… Huimos una vez que ponemos nuestra mente en el cielo y su gloria.
Miedo a la muerte:
El diablo usa la muerte como una trampa para infundir miedo en muchos. Para quienes pertenecen a Cristo, no hay muerte. Jesús prometió vida eterna a todos los que creen en él.
Jesús dijo: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». – Juan 3:16 .
Para quienes pertenecen a Cristo, la muerte terrenal es una coma, no un punto. La vida continúa en el cielo por la eternidad. Nuestras almas continúan viviendo para siempre en el glorioso cielo.
La Biblia dice: «Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ¿Oh sepulcro, dónde está tu victoria? El aguijón de la muerte es el pecado; y el poder del pecado, la ley».
Mas gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. – 1 Corintios 15:55-57.
La muerte ha perdido su poder a causa de Jesús. El diablo ya no puede hacernos temer a la muerte porque no hay muerte para quienes están en Cristo.
Querido amigo, el diablo usa el miedo para darnos la ilusión de que estamos derrotados y quebrantados. Si hoy sientes miedo, por favor, ven a la presencia de Jesús. Él llenará tu corazón con una paz que el mundo no puede dar.
¿Estás listo para recibir esta paz hoy? Vayamos a la presencia de Jesús y oremos a Él.
Querido Jesús, oramos junto con nuestro querido hermano/hermana. Tú lo amas profundamente. Tú conoces el miedo que siente. Tú eres nuestro Dios. Tú eres quien nos abre caminos. Solo Tú puedes abrirnos un camino. Por favor, bendice a nuestro querido amigo/a. Quita el miedo. Llénalo/a de tu paz y alegría celestiales. Creemos que lo harás. Oramos en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Querido amigo/a, oramos por ti. Jesús te ama. Sin duda te levantará y te bendecirá. Mantente en contacto.
