Hay amigos preocupados y padres desconsolados que siguen pensando en sus seres queridos que deciden terminar con sus vidas. Su pregunta siempre es adónde fueron sus seres queridos. ¿Están en el cielo o en el infierno? Esto bombardea sus mentes millones de veces.
Querido lector, ¿eres uno de los que buscan respuestas y están preocupados por el destino de su ser querido? Jesús te ama. Él quiere consolar tu corazón. Él quiere quitar todo el dolor y el sufrimiento de tu vida.
Hay sanación en la presencia de Jesús. Él dijo: “¿Qué aprovechará al hombre si ganare el mundo entero, y perdiere su alma?”
Él se preocupa profundamente por tu alma en este momento. No importa dónde estés o cuál sea tu origen. Jesús quiere encontrarse contigo y enjugar todas tus lágrimas.
Si estás pasando por una crisis y necesitas hablar con alguien con urgencia, consulta las líneas de crisis del Gobierno y de las ONG de tu país.
¿Sientes que necesitas sanidad en tu vida? La necesidad puede ser en una relación, sanidad física o sanidad espiritual. Jesús quiere sanar tu vida. Por favor, mira el video a continuación con oración. Estamos orando por tu sanidad.
Jesús quiere sanar tu vida:
Jesús quiere derramar aceite sanador sobre tus heridas profundas y llevarte en sus preciosos brazos. Entendemos el dolor y la tristeza por la que estás pasando.
Pero la paz de Dios, que está más allá del entendimiento humano, seguramente reemplazará todo tu dolor con alegría celestial. Queremos orar por ti al final de este mensaje.
Algunas personas deciden terminar con sus vidas debido a una depresión, miedo y ansiedad subyacentes. Algunos quieren suicidarse porque no pueden manejar la presión de los acreedores, las decepciones pasadas o la vergüenza.
Existe una cadena satánica que los ata fuertemente y los ahoga con pensamientos suicidas. Hay situaciones en las que la mente humana no puede tomar una decisión, y las decisiones tomadas para terminar con sus vidas fueron influenciadas puramente por fuerzas externas.
¿Castigará Dios a un alma que decide terminar con su vida debido a una presión y emoción incontrolables? ¿Arrojará Dios al infierno esa preciosa alma que es más valiosa que el mundo entero?
El corazón de Dios no está tratando de elegir entre el cielo y el infierno. Él es un juez maravilloso. Él es el Dios que vino a la tierra y murió por todos.
Dios le dijo a Jonás: “¿No debería preocuparme por la gran ciudad de Nínive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir su mano derecha de su mano izquierda, y también muchos animales?” Él se preocupa por todos.
El corazón de Dios llora y sangra por cada alma. Él es un juez justo. Las respuestas humanas simplistas sobre si una persona irá al cielo o al infierno no se pueden comparar con la visión de Dios. Las decisiones de Dios se basan en Su inmensa sabiduría.
Su insondable conocimiento del corazón humano y su puro amor por la humanidad. La decisión de Dios lo hace siempre correcto.
Todo lo que podemos concluir es que Dios es siempre amoroso y que sus decisiones son siempre justas. Un día tendrás la oportunidad de encontrarte con Dios cara a cara.
Job dijo: “Yo mismo lo veré con mis propios ojos, yo y no otro. ¡Cómo anhela mi corazón dentro de mí!”
Tú también lo verás con tus propios ojos. Jesús responderá a todas tus preguntas e inquietudes. Tu corazón estará bien con Su respuesta. Estarás en paz con todas las respuestas que salgan de la boca de Jesús.
Querido amigo, ¿has perdido a alguien muy querido para tu corazón? ¿Tu corazón está sufriendo ahora mismo? Por favor, no te preocupes. Jesús está profundamente preocupado por tu futuro. Él quiere levantarte y unir todos los pedazos rotos de tu vida. Él quiere sanar tu corazón ahora mismo.
Vayamos a Su presencia y oremos a Jesús. Invítalo a tocar tu vida y sanar tu corazón. Por favor, coloca tu mano sobre tu corazón e invoca el nombre de Jesús. Ora la siguiente oración junto con nosotros desde lo más profundo de tu corazón. Queremos orar por ti.
Querido Jesús, estamos orando con nuestro querido hermano o hermana que ha venido en busca de paz. Estás con ellos ahora mismo. No están solos. Que tus manos traspasadas por los clavos los toquen. Jesús, tú eres el príncipe de la paz. Eres el mayor consolador. ¿A dónde más podrían ir aparte de tu gloriosa presencia? Tú eres su Dios.
Son tus hijos preciosos. Por favor, ven y toca su vida. Quita todo el dolor y el sufrimiento. Permite que su vida se llene de tu calma y alegría celestiales. Enjuga todas sus lágrimas. Jesús, tú eres nuestra esperanza. Tú tienes nuestro destino. Venimos y nos inclinamos ante ti con nuestros corazones humildes.
Te alabamos y elevamos tu nombre en alto. Por favor, perdona cada error que hayan cometido en el pasado. Lávalos con tu preciosa sangre. Espíritu Santo, por favor, consuélalos. Sana su corazón. Repara todas las piezas de su vida. Une a ellos. Cúbrelos con tu compasión y amor. Oramos en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Querido amigo, Jesús te guiará. Permite que la presencia de Jesús fluya a través de tu vida. Permítele que te sane. Él es tu Padre celestial.