Esta traducción es del inglés. Si hay algún error, por favor, discúlpennos.
He aquí, yo (Jesús) estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. – Apocalipsis 3:20.
Querido amigo, nuestro Dios es un Dios grande. Todas las cosas son posibles para Él. Lo que es imposible para nosotros es posible para Dios. Jesús puede lograr lo que nosotros no podemos lograr. Él puede ver posibilidades que nosotros no podemos ver. Pero casi no tenemos tiempo para hablar con Jesús. Él está esperando para responder a nuestras oraciones. Pero casi no tenemos tiempo para orar. O estamos demasiado ocupados para pedir ayuda o ignoramos su poder, amor y grandeza.
Independientemente de tu pasado y antecedentes, Jesús quiere hablar contigo. ¿Tienes tiempo para hablar con Él? Es posible que no lo hayas conocido antes. Algunos de ustedes pueden incluso odiar el nombre de Jesús, o no creen en Su nombre. No importa. Jesús aún quiere hablar contigo. Eres su hijo precioso. Él pagó el precio de todo tu pasado en la cruz. No tienes que llevar las cargas que él ya llevó en la cruz. Por favor, abre tu corazón y prepárate para hablar con Jesús hoy.
¿Cómo acercarse a Jesús?
Jesús tiene personalidad. Tiene emociones. Dios ama, se preocupa y consuela. Se enoja y se molesta cuando hacemos algo malo. Quiere tener una relación significativa con cada uno de nosotros. Como una madre ama a su hijo, Él nos ama. Se siente herido cuando lo desobedecemos. Llora cuando sufrimos y quiere sacarnos del sufrimiento.
Jesús no está buscando tu oro ni tu dinero. La Biblia dice: “Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:8 NVI). Dios no necesita nuestro dinero. Todas sus bendiciones son gratuitas. Él nunca te pedirá que lo encuentres a distancia. Él vendrá a ti donde estés ahora mismo. No tienes que buscarlo. Él vendrá a buscarte.
Jesús te ama profundamente. Su amor es más que un amor maternal. La Biblia dice: “¿Puede una mujer olvidarse de su niño de pecho, para dejar de compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque éstas se olviden, yo no me olvidaré de ti. He aquí, te tengo esculpida en las palmas de mis manos; tus muros están siempre delante de mí.” – Isaías 49:15-17.
Cuando te acerques a Jesús, sé como eres. Él sabe todo sobre ti más de lo que tú sabes sobre ti mismo. Por favor, no trates de ser otra persona en Su presencia. Él quiere aceptarte como eres. No necesitas credenciales, habilidades, estatus o calificaciones educativas para hablar con Jesús. Él es el Dios que te creó. Él entiende lo valioso que eres.
Jesús está esperando responder tus oraciones:
Querido amigo, el Dios que creó el cielo y la tierra está esperando responder tus oraciones. Jesús dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Mateo 7:7,8.
Esta es la promesa de Jesús. Él quiere que pidamos para que podamos recibir. Algunos suponen que Jesús lo sabe todo. Por lo tanto, no necesitamos pedir nada. Él nos dará todo sin que se lo pidamos. Pero observemos atentamente el versículo bíblico. Jesús dijo que todo aquel que pide, recibirá. Debemos aprender a pedir para poder recibir. Buscar para encontrar. Debemos aprender a llamar para que Jesús abra nuevas puertas.
Querido amigo, este es tu momento de descargar todas las cargas de tu corazón en la presencia de Jesús. Por favor, invítalo a tu vida. Pídele a Jesús que perdone todos tus errores pasados. Jesús quiere cambiar tu vida y llenar tu corazón de alegría y paz.
Oremos a Jesús. Por favor, coloca tu mano sobre tu corazón e invoca el nombre de Jesús. Ora la siguiente oración junto con nosotros con tus propias palabras. Estamos orando contigo.
Querido Jesús, yo (inserta tu nombre aquí) vengo a ti con un corazón humilde ante tu trono de gracia. Tú conoces mi corazón. Sabes todo sobre mi situación. Por favor, entra en mi vida. No soy perfecto. Cometí errores. Me he alejado mucho de ti. He tomado muchas decisiones equivocadas sin consultarte. Jesús, lo siento. Por favor, perdóname. Ven a mi vida. Por favor, sáname. Llena mi corazón con tu paz y alegría celestiales. No soy digno de ser llamado tu hijo. Por favor, acéptame. Quiero volver a ti.
Jesús, necesito tu ayuda. Mi corazón está apesadumbrado y no tengo otra opción para salir de esta difícil situación. Por favor, ven y ayúdame. Por favor, muéstrame un camino. Ábreme nuevas puertas. Jesús, eres mi esperanza. Pongo toda mi confianza en ti. Por favor, toma mis manos y guíame. Bendice mi vida. Ayúdame a ser una bendición para muchos. Te lo pido en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
A Jesús le encantó cada palabra que oraste. Está muy contento de escuchar tus palabras. Su corazón está feliz de que hayas regresado a Él. Por favor, continúa aferrándote a Él.
